lunes, 30 de enero de 2012

Javier, a secas


El Partido Popular mintió para llegar a la Moncloa y ya ha urdido un nuevo engaño para hacerse con el Gobierno de Andalucía, poniendo en tela de juicio la solvencia de una de las Comunidades mejor gestionadas y saneadas. Pero a Javier Arenas, conocido coleccionista de instantáneas tan huecas como su discurso, esa pose, ese perfil, ya empieza a pasarle factura política. Los ciudadanos, que no son tontos aunque a Arenas se lo parezca, no se someterán a un nuevo engaño. El líder de la derecha andaluza, como hizo su jefe Rajoy, ha vuelto a poner sus intereses electorales por encima de la verdad, cuestionado de forma temeraria la situación económica de la Junta, cuando la realidad es que nuestra Comunidad tiene un endeudamiento tres veces más bajo que el de otras regiones y cuando Andalucía no ha pedido al Gobierno ni un euro, ni un aval y ni una sola ayuda. 

Tampoco es un ejemplo de decencia política su postura en el acuerdo agrícola con Marruecos. Arenas no ha dicho esta boca es mía antes de que votara la comisión de Comercio de la Eurocámara. Todo muy tibio. Así es el Partido Popular y especialmente su líder andaluz, más dedicado a hacerse un estupendo “book para su particular pasarela por la provincia, un álbum fotográfico de señorito, que a trabajar como es su obligación. Por el contrario, el presidente de la Junta, Pepe Griñán, con menos fotos pero con más decisión y coraje, se ha empleado a fondo para defender los intereses de los almerienses. Y en esa tarea lo vamos a acompañar todos los socialistas.
 
Pero claro, ya sabemos que a Javier Arenas lo que más le ha preocupado en las últimas semanas, en lo que verdaderamente ha estado, es en que lo llamen por su nombre de pila; es decir, que nos olvidemos del Arenas de su apellido. Javier – a secas- propone; así se lee en la publicidad que insertan los populares en los periódicos. Ya de paso animo a Javier a que haga campaña en Andalucía con Camps, a quien siempre consideró un modelo, y se presente en los actos políticos con un muestrario de telas, relojes y bolsos.
Poses y fotogenia es lo que nos propone Javier, mientras su partido nos trae más paro y menos recursos económicos para los trabajadores. Y si atendemos a lo último que ha dicho el ausente Mariano en su reciente visita a Portugal, arreglados vamos. El presidente del Gobierno asegura que tomará medidas similares a las adoptadas por la derecha portuguesa, que ha abaratado el despido, recortado el sueldo a los funcionarios, subido el IVA de la luz y el agua, introducido el copago sanitario y aumentado la jornada laboral. En fin, un panorama desolador que golpeará con rotundidad a las ya maltrechas economías de los trabajadores, que acabará con los avances sociales que hemos conseguido en los últimos años y que nos conducirá a una profunda recesión.
 
Por lo tanto, lo que le exigimos urgentemente al presidente del Gobierno es que no se esconda, que no siga de perfil, que dé la cara y que presente ya los Presupuestos Generales del Estado. Y que lo haga antes de las elecciones andaluzas para que los ciudadanos no sean engañados de nuevo con total impunidad. Que diga la verdad y no vuelva a mentir como hizo a los quince días de tomar posesión de su cargo.
 
Tampoco estaría mal que su socio Javier en nuestra Comunidad explicara hasta cuándo va a mantener ese sueldazo de 500 euros diarios que percibe sin pestañear. Si tan mal anda la Junta, como dice, que renuncie a su nómina como cargo electo, que con lo que le paga su partido le llega y le sobra. Ya quisieran muchos andaluces cobrar, no ya la mitad, sino la décima parte de lo que se embolsa al mes. Que, aparte de quitarse el apellido, deje de cuestionar la solvencia de Andalucía y que aligere la cartera, que va sobrado, Javier.

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