La misma semana en la que el alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, anunciaba un concierto de Julio Iglesias en su municipio, conocíamos que la Fiscalía Superior de Andalucía ha ordenado una investigación a raíz de una denuncia sobre una presunta trama de la que se podrían haber beneficiado familiares y amigos del máximo dirigente del PP de Almería. Ya es mala suerte que se le haya torcido la publicidad de esta actuación que tiene unos precios tan “populares” en los tiempos que corren. De los 50 euros que costará la entrada más barata hasta los casi 300 euros la más cara. ¿Quién dijo crisis?
Pero no nos desviemos de la cuestión fundamental. Los socialistas, ante la decisión de la Fiscalía, le hemos exigido al presidente del Partido Popular de Almería, alcalde de Roquetas de Mar y presidente de la Diputación provincial, Gabriel Amat, que haga público urgentemente su patrimonio y sus actividades empresariales, como ejercicio de transparencia, detallando como han ido evolucionado de manera paralela a su actividad política desde que llegó a la Alcaldía de Roquetas. Y se lo hemos exigido porque nos parece gravísimo que la Policía Judicial esté realizando un amplio informe sobre sus actividades y que de esto Amat no haya ofrecido ni una sola explicación.
También sería bueno conocer si el presidente del Partido Popular de Andalucía, Juan Ignacio Zoido, estaba al tanto de que Amat está siendo investigado desde hace un mes o si se ha enterado por la prensa. Sea de una manera u otra, el dirigente andaluz del PP debe de estar con la mosca detrás de la oreja porque resulta muy preocupante que la denuncia haga alusión a una supuesta trama de más de un centenar de empresas y 315 órganos sociales vinculados entre sí y con Gabriel Amat como nexo de unión y relación entre ellos, y que la estrategia de los populares de Almería - tal y como está ocurriendo a nivel nacional con los casos de corrupción en el PP relacionados con la red Gürtel o con los presuntos pagos irregulares de Bárcenas a cargos de su partido - sea negar la mayor e intentar callarlo todo mediante denuncias o amenazas.
Ante la gravedad del asunto, Gabriel Amat debe comparecer públicamente y decir cuántas empresas tiene directa o indirectamente y si esas empresas o de familiares suyos se han beneficiado de decisiones políticas tomadas desde su propio Ayuntamiento o desde otros gobernados por el PP, que es lo que quiere saber la Fiscalía a través del amplio informe policial que ha encargado. Menos conciertos y más explicaciones.
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