El PSOE está defendiendo este fin de semana todos y cada uno de los derechos consagrados en nuestra Constitución. Hoy más que nunca planteamos nuestra apuesta irrenunciable por la Educación, por la Sanidad y por la Asistencia Social, por los servicios públicos de los que nos hemos dotado a lo largo de estos años de democracia y que hoy tenemos que defender con uñas y dientes si no queremos vernos abocados a una situación de fractura social con unas incalculables consecuencias.
La respuesta que el PSOE pretende ofrecer a los españoles ante la crisis va en la línea de recuperar la confianza de la mayoría social de este país en la política como un poderoso instrumento de transformación de la realidad en la que vivimos. Necesitamos, para comenzar, dignificar el empleo en lugar de someterlo a la devaluación brutal de las condiciones sociolaborales de los trabajadores, como ha hecho el PP.
El PSOE también plantea la necesidad de una política fiscal completamente diferente a la actual, con el objetivo de que nuestra fiscalidad se recupere de la anomalía de que, con las mismas figuras y tipos fiscales, recaudemos menos que los países de nuestro entorno, y eximir del IRPF a parados, pensionistas y trabajadores con cargas familiares que tengan unos ingresos inferiores a 16.000 euros brutos al año.
Presentamos, así mismo, un paquete de reformas de nuestra democracia para dar respuesta a una sociedad que exige esos cambios y que incluye una propuesta de reforma electoral, reformas en el sistema parlamentario, en la financiación de los partidos o en la transparencia.
Los socialistas, en definitiva, planteamos un nuevo modelo en el que se sientan representados la mayoría de los ciudadanos de este país, que no permitirían, no nos permitirían, que no diésemos un nuevo paso hacia adelante, tal y como ha hecho el PSOE a lo largo de su historia.
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