La crisis que azotó a nuestro país, la misma de la que aún no terminamos de salir en términos de empleo y de recuperación de derechos, tuvo unos efectos demoledores en la obra pública como consecuencia de las limitaciones presupuestarias impuestas por el Gobierno Central. En ese contexto, Andalucía se vio en la necesidad de suspender temporalmente algunas obras que se habían iniciado para volcar todo su esfuerzo en que los andaluces y andaluzas siguieran disfrutando de una sanidad y una educación de calidad; o que se mantuviera la dependencia, un derecho que el PP ha pretendido dejar caer sin ningún remordimiento. De hecho, la infrafinanciación de la dependencia por parte del Estado durante la etapa de Rajoy ha supuesto un desembolso adicional de más de 500 millones de euros para las arcas públicas andaluzas.
Entre tanto, mientras que Andalucía tenía serias dificultades para sacar adelante algunas infraestructuras, el Partido Popular utilizaba la excusa de la crisis para volcar el grueso de las inversiones en comunidades donde gobernaba, como es el caso de Galicia. Mientras que en Almería se han dejado de invertir 417 millones de euros en el AVE, el Ministerio de Fomento gastó en Galicia en el mismo periodo 8.300 millones de euros, según reconoció esta pasada primavera la exministra del ramo, Ana Pastor. Es decir, el PP decidió al llegar al Gobierno a qué españoles les afectaría la crisis y a cuáles no. El resultado de esa decisión, a la vista de los resultados y de las inversiones en uno y otro territorio, no ha podido ser más duro para los intereses de los andaluces y de los almerienses en particular.
Superado el peor momento de la crisis, y a pesar de los recortes presupuestarios y la injusta financiación que los andaluces recibimos del Estado, el Gobierno andaluz ha comenzado a reactivar un significativo número de obras que, en el caso de Almería, se centran en la mejora de distintas carreteras, centros educativos y de salud, y en la reanudación de la construcción del Hospital Materno Infantil -presupuestado en 26,5 millones de euros- lo que indica que estamos ante una legislatura en la que el Ejecutivo de Susana Díaz va a culminar infraestructuras muy importantes para nuestra provincia.
El compromiso adquirido por la presidenta de la Junta de Andalucía con nuestra provincia es incontestable y contrasta, a su vez, con la inoperancia del Gobierno de Rajoy, que mantiene a cero su gasto en Almería. Esperemos, no obstante, que todo este impulso de la Junta sirva para que los dirigentes del PP sientan vergüenza política por el reiterado incumplimiento de los compromisos que siguen teniendo con nuestra tierra y hagan algo para que esta situación se desbloquee.
Las cantidades que nos adeuda el Ejecutivo del Partido Popular son tan importantes que, para que lo entiendan, les diré que solo con las inversiones no ejecutadas en Alta Velocidad en Almería – 417 millones de euros- se podrían haber construido 16 hospitales materno-infantiles. O que los 500 millones de euros que la Junta de Andalucía ha tenido que ingresar para financiar la parte de la dependencia que ha dejado de poner el Gobierno central, tal y como dice la ley, darían para construir 125 institutos de Enseñanza Secundaria como el que el Gobierno andaluz está levantando en la zona de El Toyo, en la capital.
Ya ven, todo se entiende mejor así. Si ponemos las cosas en su sitio, es fácil saber dónde están unos y otros: lo que está haciendo la Junta para que Almería siga creciendo y progresando en servicios públicos y, por otro lado, la brutal rémora que está suponiendo el Gobierno de Rajoy para nuestra tierra.
Entre tanto, mientras que Andalucía tenía serias dificultades para sacar adelante algunas infraestructuras, el Partido Popular utilizaba la excusa de la crisis para volcar el grueso de las inversiones en comunidades donde gobernaba, como es el caso de Galicia. Mientras que en Almería se han dejado de invertir 417 millones de euros en el AVE, el Ministerio de Fomento gastó en Galicia en el mismo periodo 8.300 millones de euros, según reconoció esta pasada primavera la exministra del ramo, Ana Pastor. Es decir, el PP decidió al llegar al Gobierno a qué españoles les afectaría la crisis y a cuáles no. El resultado de esa decisión, a la vista de los resultados y de las inversiones en uno y otro territorio, no ha podido ser más duro para los intereses de los andaluces y de los almerienses en particular.
Superado el peor momento de la crisis, y a pesar de los recortes presupuestarios y la injusta financiación que los andaluces recibimos del Estado, el Gobierno andaluz ha comenzado a reactivar un significativo número de obras que, en el caso de Almería, se centran en la mejora de distintas carreteras, centros educativos y de salud, y en la reanudación de la construcción del Hospital Materno Infantil -presupuestado en 26,5 millones de euros- lo que indica que estamos ante una legislatura en la que el Ejecutivo de Susana Díaz va a culminar infraestructuras muy importantes para nuestra provincia.
El compromiso adquirido por la presidenta de la Junta de Andalucía con nuestra provincia es incontestable y contrasta, a su vez, con la inoperancia del Gobierno de Rajoy, que mantiene a cero su gasto en Almería. Esperemos, no obstante, que todo este impulso de la Junta sirva para que los dirigentes del PP sientan vergüenza política por el reiterado incumplimiento de los compromisos que siguen teniendo con nuestra tierra y hagan algo para que esta situación se desbloquee.
Las cantidades que nos adeuda el Ejecutivo del Partido Popular son tan importantes que, para que lo entiendan, les diré que solo con las inversiones no ejecutadas en Alta Velocidad en Almería – 417 millones de euros- se podrían haber construido 16 hospitales materno-infantiles. O que los 500 millones de euros que la Junta de Andalucía ha tenido que ingresar para financiar la parte de la dependencia que ha dejado de poner el Gobierno central, tal y como dice la ley, darían para construir 125 institutos de Enseñanza Secundaria como el que el Gobierno andaluz está levantando en la zona de El Toyo, en la capital.
Ya ven, todo se entiende mejor así. Si ponemos las cosas en su sitio, es fácil saber dónde están unos y otros: lo que está haciendo la Junta para que Almería siga creciendo y progresando en servicios públicos y, por otro lado, la brutal rémora que está suponiendo el Gobierno de Rajoy para nuestra tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario