El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, tiene previsto visitar mañana Almería para anunciar no sabemos muy bien qué del Corredor Mediterráneo. Sin presupuestos, sin ningún tramo adjudicado o en proceso de licitación, mucho nos tememos que de la Serna trate de vendernos el mismo cuento que nos contaron los dos anteriores titulares de la cartera de Fomento, Ana Pastor y Rafael Catalá, y toda esa palabrería que lo acompaña de que hay un compromiso total que nadie ha visto- con esta infraestructura.
También podría ocurrir algo mucho peor, aunque hablar de un escenario peor que el que tenemos es realmente duro. Por ejemplo, que el ministro plantee que debemos comenzar desde cero. Es decir, que intente convencer a la sociedad almeriense, tal y como ya se ha deslizado, de que se tienen que redactar de nuevo todos los proyectos para un tren de una única vía. Si es así, se puede ahorrar el viaje. No lo vamos a aceptar.
Íñigo de la Serna aterrizará mañana en una tierra que llevará soportando la nada despreciable cifra de 1689 días sin obras de AVE, ahí es nada. O lo que te rondaré, morena, que también se entiende perfectamente a la hora de definir en dónde estamos y, desgraciadamente, qué podemos esperar. Igual la sociedad almeriense ha despertado muy tarde y nos hemos tomado demasiado tiempo en reaccionar, puede ser. Pero también es verdad que nadie podía esperar el monumental engaño al que se nos ha sometido y que se ha ejecutado, de momento, con total impunidad.
Esta semana que ahora acaba hemos podido contrastar todo esto, tras la serie de reuniones que la Mesa en Defensa del Ferrocarril de Almería ha mantenido en Bruselas. La conclusión de esos encuentros con responsables de la Unión Europea en la planificación de las infraestructuras ferroviarias y de los fondos económicos que las acompañan, es que el Gobierno de España es el único y máximo responsable de la paralización de las obras de Alta Velocidad entre Almería y Murcia. Se puede decir más alto, pero no más claro: Rajoy y sus ministros no han hecho nada o, dicho de otro modo, han hecho todo lo posible para que Almería se encuentre en la situación de aislamiento que viene sufriendo en materia ferroviaria.
Dicho esto, al ministro no le queda otra que empezar su comparecencia de mañana pidiendo disculpas a todos los almerienses. Una vez que haya pedido perdón, el siguiente paso sería desvelar lo que nos deparan los Presupuestos Generales del Estado para 2017 en esta materia.
Si Rajoy se ha permitido el lujo de anunciar que el Gobierno invertirá 4.200 millones de euros en Cataluña, nada debe de impedir a de la Serna comentar en Almería, en vivo y en directo, lo que su departamento va a poner aquí para el AVE, para su conexión con el Puerto, el soterramiento de las vías del tren y para mejorar el infame ferrocarril convencional.
Los socialistas, no obstante, venimos indicándole ese camino de las inversiones necesarias mediante un argumento muy sencillo y fácil de entender: tiene que traer bajo el brazo los 417 millones de euros presupuestados y no gastados en los años anteriores, más los 100 que según sus propias cuentas hubiesen correspondido para este año, lo que sumaría un importe total de 500 millones de euros. De esta manera, podríamos recuperar el dinero y el tiempo perdido. Con enormes dificultades, pero sería un paso firme para su consecución. En los años sucesivos, la cantidad económica a invertir en la provincia de Almería para el Corredor Mediterráneo debería ser muy similar, con el objetivo de que sea una realidad en el menor tiempo posible. Solo es cuestión de voluntad política solo y exclusivamente se trata de eso- de no seguir mintiendo y de dejar de castigar más a los almerienses.
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