lunes, 1 de octubre de 2012

Error sobre error


Hoy conoceremos, eso esperamos, los detalles de los Presupuestos Generales del Estado para 2013 que en la comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno y los ministros de Economía y Hacienda no ofrecieron el pasado jueves. Un análisis preliminar de los mismos, sin embargo, no nos conduce al optimismo, sino más bien a lo contrario ya que las cuentas del Estado para el próximo año profundizan en los errores que cometió el Gobierno del Partido Popular con los anteriores presupuestos y no solucionarán ningún problema de la economía española.


Estos presupuestos, lo que harán será empobrecer aún más a los españoles y recortarán todo, menos los intereses de la deuda que el Gobierno de Rajoy no ha conseguido parar desde que llegó a la Moncloa. La recesión que vive España se produce por la nefasta política económica que está llevando a cabo este Gobierno, porque el Ejecutivo, con su austeridad excesiva y recesiva, no soluciona el principal problema que es la reducción del déficit. Las decisiones que se toman en estos Presupuestos, por lo tanto, van justo en la dirección contraria de lo que necesitan los ciudadanos; porque empobrecen a España y a los españoles, ponen en riesgo el sistema de pensiones, y no generan confianza.

El aumento del déficit del Estado en comparación al del año anterior, se debe única y exclusivamente a la incompetencia del Gobierno en la gestión de la crisis financiera, la gestión de Bankia, y a la improvisación permanente del Ejecutivo que nos cuesta 10.000 millones de euros en intereses de la deuda. Sí, pagamos más intereses de la deuda como consecuencia de la pérdida de credibilidad de la política económica del Gobierno.

Pero si de algo carecen estos Presupuestos es de falta de trasparencia ya que el Ejecutivo de Rajoy no explica que el gasto de los costes de la deuda pública asciende nada más y nada menos que a 38.500 millones de euros. Y también carecen de sensatez porque el anuncio realizado por el Gobierno de que echará mano del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, para disponer de más de 3.000 millones de euros y cubrir, así, necesidades de tesorería, pone en riesgo las pensiones futuras de los actuales trabajadores. Los socialistas estamos convencidos de que otros presupuestos son posibles para hacer una política económica que apoye el crecimiento, que es lo que necesitamos con urgencia; con una fiscalidad más justa y con la suficiente capacidad recaudatoria para acabar con el déficit del Estado a través de los impuestos a grandes fortunas, o los impuestos de sociedades propuestos por los socialistas de forma reiterada y de forma reiterada rechazados.

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