El milagro de Fátima

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha conseguido lo que pocos, si exceptuamos al ministro de Educación y Cultura, el Sr Wert, - que es el campeón en la materia- la reprobación pública de los ciudadanos que se sienten humillados tras escucharle decir que nuestro país está saliendo de la crisis, tres días después de conocerse que España ha alcanzado un record histórico en cifras de paro. Báñez, que ha demostrado con estas declaraciones estar absolutamente ajena a la realidad, se ríe a la cara de los desempleados al afirmar que la reforma laboral está ayudando a muchas empresas a salir de la crisis, cuando la realidad de la última Encuesta de Población Activa dice que uno de cada tres almerienses se encuentra en paro.

Cuesta imaginar cómo y a partir de qué datos ha llegado la ministra a estas reflexiones y cuesta entender cómo se puede ser tan irresponsable en un momento en el que los ciudadanos esperan con una infinita paciencia que el Gobierno de Rajoy se sitúe, de una vez por todas, a la altura de las circunstancias tan excepcionales que estamos viviendo. Se lo exigimos al gobierno pero también a los dirigentes del Partido Popular, siempre dispuestos a adjetivar sus críticas contra jueces, actores- el último, Javier Bardem - y contra todo el que se ponga por delante. Hay diputados almerienses de la derecha que están forzando tanto su carrera mediática que terminarán sucumbiendo al éxito de sus propios chascarrillos. Solo hay que mirar lo que le ha pasado a su presidente provincial, convertido en estrella de la televisión e internet por obra y gracia de su ultraconservadora visión del fenómeno periodístico digital.

Pero volvamos a lo fundamental, los datos de pobreza son cada vez más alarmantes y preocupantes en España. Desde que gobierna el PP todos los indicadores económicos van a peor y las previsiones de todos los servicios de estudios son muy negativas, al tiempo que cada vez es mayor el consenso sobre que la austeridad que impone el Gobierno y la reforma laboral de Rajoy están acelerando la destrucción de empleo.

La realidad es tozuda y la ministra de Empleo, Fátima Báñez, debería de salir de su despacho y darse una vuelta por las calles de cualquier ciudad para comprobar si España está saliendo de la crisis. Los españoles no pueden confiar en un Gobierno que vive de espaldas a la realidad de los datos económicos y la realidad de las familias, y lo que tendría que hacer Báñez es preguntar a los 143.700 parados en Almería, y a los millares de familias que se encuentran en situación límite, si comparten su análisis. También debería de irse a su casa, si tiene un poquito de dignidad. El verdadero milagro de Fátima no está en ver lo que nadie ve sino en seguir sentada cada viernes en el Consejo de Ministros.