El presidente de todos los andaluces ha ofrecido esta semana un magnífico ejemplo de sensatez, humildad y grandeza política al hacer oficial su decisión de no repetir como candidato en las próximas elecciones autonómicas y proclamar ante la Cámara la conveniencia de que se limiten a dos los mandatos de los presidentes. Pepe Griñán, en el Parlamento, donde reside la soberanía popular, donde se tienen que decir estas cosas, ha tenido la valentía y la gran responsabilidad de hacer real esa propuesta con su propio ejemplo en un acto que le honra.
En una sociedad, tan acostumbrada en los últimos años a mirar a los políticos y a la política con todo tipo de reservas, el gesto de Griñán ennoblece esta actividad a la que muchos, la mayoría, nos dedicamos con una gran vocación de servicio. Esta iniciativa, que reforzará nuestra democracia y ahondará en la regeneración que nos piden, nos exigen, los ciudadanos, estoy convencido de que será bien recibida por parte de todas las formaciones políticas. Esa limitación de mandato supone, en definitiva, decirle a todos los andaluces y andaluzas que vamos a andar un nuevo camino, enarbolando la bandera de la iniciativa política, como en tantas otras cosas, para ponerla al servicio de los ciudadanos, de sus necesidades y de sus problemas, puesto que la política, lejos de ser un problema, es la solución a este tiempo tan complicado que nos ha tocado vivir.
Estoy convencido, tal y como ha trasladado el presidente Griñán, que es necesaria la incorporación de nuevas personas, de nuevas ideas a este proyecto que sean capaces de recoger el testigo y avanzar en una carrera que, presumiblemente, estará llena de obstáculos que no podremos sortear de la misma manera que hasta ahora. Por eso, en este momento en el que la sociedad reclama cambios, los que estamos en esta tarea tenemos que estar a la altura de las circunstancias.
La política, en el más amplio sentido de la palabra, no puede permanecer anquilosada frente a una ciudadanía cargada de razones que exige soluciones y compromisos reales más allá de las palabras. También ha de ser la avanzadilla, el empuje y el espíritu de una sociedad que avanza a velocidad de vértigo y de la que no podemos permitir que nadie se baje, que nadie se quede por el camino, manteniendo firme nuestro compromiso con el progreso, la solidaridad y la justicia.
La convocatoria de un proceso de primarias demuestra así mismo, la profunda confianza que tiene nuestro presidente en los militantes socialistas. A partir de ahora, recae sobre ellos decidir qué persona es la más adecuada para liderar un gran proyecto en el que los andaluces y las andaluzas demos un nuevo paso al frente.
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