lunes, 29 de julio de 2013

¿Estamos mejor o peor?


Se acaba julio con un presidente que irá a la fuerza al Congreso para dar “su versión” sobre la presunta financiación ilegal y los sobresueldos que, al parecer, tan ricamente se repartían los dirigentes del Partido Popular en los últimos 20 años. Al que hasta ahora defendían ya le llaman delincuente y con semejante bandazo en el aprecio o desprecio hacia Bárcenas, su tesorero nacional, entenderán que piense que la “interpretación” que Rajoy dará el 1 de agosto de las cosas que han pasado en su partido se aproximará más a una mentira sobre otra mentira que a la verdad y toda la verdad.

El curso político comenzó con una brutal subida del IVA, que negaron que la fuesen a hacer. Una subida de impuestos que ha supuesto un encarecimiento del coste de la vida a las familias, que cada día tienen menos para atender sus necesidades. Sanidad, educación, servicios sociales, pensiones y hasta la justicia han sido el lugar donde han continuado perpetrando un ataque al bolsillo de las clases medias trabajadoras y a los más débiles, convertidos en su fijación y obsesión. No les da por mirar a otros para recortar.

La huelga general de noviembre fue la mayor expresión de indignación colectiva de la sociedad española que, en los meses posteriores, se ha ido expresando de manera continuada pero dispersa, algo que a la derecha no le ha venido mal. Una sociedad dividida se maneja mejor que una sociedad unida. Sin embargo, la unión solidaria de todos los ciudadanos para revelarse frente a un poder que no defiende los intereses generales es la mejor manera de cambiar las cosas.

La reforma de los Ayuntamientos o los recursos judiciales interpuestos contra las medidas que la Junta de Andalucía ha puesto sobre la mesa para frenar los desahucios o las subastas de medicamentos, ponen también de manifiesto para qué y para quienes gobierna el PP: para aquellos que quieren hacer negocio con el dinero de todos y para cambiar los derechos alcanzados durante las últimas décadas con los gobiernos socialistas - que la derecha tuvo que tragarse por la fuerza de los ciudadanos expresada en las urnas - y que ahora, con la coartada de la crisis, están tirando por la borda.

Entre tanto, Almería también ha sido engañada y de qué manera por el Partido Popular. Somos una isla, con vuelos escasos y caros, sin dinero para el ferrocarril, sin obras hidráulicas, sin políticos almerienses en el Gobierno de España, aunque sea en el puesto 27, y con un desempleo insoportable. A la vista de lo expuesto, les invito a que reflexionen tranquilamente y se respondan a esta sencilla pregunta: ¿estamos mejor o peor que hace un año?

1 comentario:

  1. Pero hay algo llamativo, el Juez Ruz asevera que la fortuna de Bárcenas interceptada en varios entramados financieros y que supera los 35 millones de euros, PROCEDE de adjucicaciones públicas de obras, es decir, si este menda no tiene ni tenía responsabilidades públicas para adjudicar obras, es evidente que aquellos Alcaldes, presidentes de Diputaciones, de CC.AA, etc, del PP, estaban al tanto de este entramado de corruptelas para llegar a adjudicar contratos y por supuesto no se me ocurre que lo hicieran altruistamente porque se lo dijera un tesorero del partido.

    Saludos y suerte

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