Hace unos días me llamaba un amigo que iba camino de Murcia y me decía: “esto es insufrible, hay que exigir que hagan un mantenimiento exhaustivo de la A-7 desde la capital hasta el límite de la provincia con Murcia. Está que da pena. Han asfaltado algunos tramos y no se han quedado bien; el que hay entre Alfaix y el río Aguas no es ni tercermundista”. Lo que piensa mi amigo es, lamentablemente, lo que piensa la mayoría de los conductores que transitan habitualmente por esta vía y comprueban cómo está el firme.
No hay materia o departamento, actuación o proyecto en el que nos encontremos una inversión, una obra - aunque sea solo una- del Gobierno de Rajoy en nuestra provincia. Sus promesas se han quedado solo en eso y, lo que es peor, tampoco es capaz de asumir el mantenimiento de las obras ya realizadas, como es el caso de esta autovía y del resto de las carreteras estatales que discurren por nuestra provincia.
En lo que se refiere a la A-7, posiblemente estemos ante los 100 kilómetros de autovía en peores condiciones del país, a pesar de ser una de las principales carreteras por las que salen miles de camiones cada año con nuestros productos hortofrutícolas. Se trata, en efecto, de una vía abandonada a su suerte por el PP en la que los conductores tienen la sensación de ir en una atracción de feria.
El Ministerio de Fomento tampoco parece tener la intención de invertir en otra de las carreteras más transitadas de nuestra provincia, como es la que enlaza Almería con Aguadulce – también conocida como El Cañarete-, cuyo firme presenta un pésimo estado desde los desprendimientos que afectaron a la calzada el pasado año.
Estos casos son ilustrativos y ponen de manifiesto la desidia del Gobierno de Rajoy con Almería. No se trata solo de que la derecha no esté llevando a cabo las obras que la provincia necesita para ampliar los recursos hídricos o mejorar las infraestructuras ferroviarias, sino que tampoco atiende lo básico, como es el mantenimiento de las carreteras.
La indiferencia del Gobierno del PP con Almería contrasta, sin embargo, con las inversiones que en ésta y otras materias está llevando a cabo el Gobierno socialista de Susana Díaz en nuestra provincia. En este sentido, conviene precisar que antes de que acabe el año la Junta habrá invertido más de ocho millones de euros en la conservación de las vías que son de su competencia.
Con una plantilla de un centenar de trabajadores en cuatro centros que cubren cerca de 1000 km de la red autonómica, el Gobierno andaluz ha destinado más de un millón de euros a trabajos de refuerzo de firme en toda la provincia. Además, está prevista la inversión de otros cuatro millones en obras de seguridad vial con la construcción de dos enlaces y la reposición del aglomerado de la carretera entre Dalías y Berja -que comienzan este verano- y las de Cuevas del Almanzora - San Juan de Los Terreros, que se acometerán a partir de septiembre.
A la mejora de estas carreteras, hay que sumar las obras que la Junta de Andalucía ha impulsado en la presente legislatura y que son de una gran relevancia social y económica. Ese es el caso de los accesos al puerto de Garrucha, o de las que se están ejecutando en la Variante de Roquetas de Mar, cuya puesta en servicio es inminente. De la misma manera, se están desarrollando los trabajos para la duplicación de la calzada en el segundo tramo de la vía rápida entre Vera y Garrucha y este año también continuarán las obras de la autovía del Almanzora hasta conectar con la A -7.
Como ven, los datos y los hechos son incuestionables. Frente al desprecio del PP, que sigue sin llevar a cabo obras tan necesarias como las del tercer carril de la A-7 entre Viator y el Poniente almeriense, la mejora de los enlaces de esta autovía con Vícar o la de los accesos al Puerto, la Junta le está dando al Gobierno de Rajoy toda una lección de gestión, inversión y compromiso con Almería.
No hay materia o departamento, actuación o proyecto en el que nos encontremos una inversión, una obra - aunque sea solo una- del Gobierno de Rajoy en nuestra provincia. Sus promesas se han quedado solo en eso y, lo que es peor, tampoco es capaz de asumir el mantenimiento de las obras ya realizadas, como es el caso de esta autovía y del resto de las carreteras estatales que discurren por nuestra provincia.
En lo que se refiere a la A-7, posiblemente estemos ante los 100 kilómetros de autovía en peores condiciones del país, a pesar de ser una de las principales carreteras por las que salen miles de camiones cada año con nuestros productos hortofrutícolas. Se trata, en efecto, de una vía abandonada a su suerte por el PP en la que los conductores tienen la sensación de ir en una atracción de feria.
El Ministerio de Fomento tampoco parece tener la intención de invertir en otra de las carreteras más transitadas de nuestra provincia, como es la que enlaza Almería con Aguadulce – también conocida como El Cañarete-, cuyo firme presenta un pésimo estado desde los desprendimientos que afectaron a la calzada el pasado año.
Estos casos son ilustrativos y ponen de manifiesto la desidia del Gobierno de Rajoy con Almería. No se trata solo de que la derecha no esté llevando a cabo las obras que la provincia necesita para ampliar los recursos hídricos o mejorar las infraestructuras ferroviarias, sino que tampoco atiende lo básico, como es el mantenimiento de las carreteras.
La indiferencia del Gobierno del PP con Almería contrasta, sin embargo, con las inversiones que en ésta y otras materias está llevando a cabo el Gobierno socialista de Susana Díaz en nuestra provincia. En este sentido, conviene precisar que antes de que acabe el año la Junta habrá invertido más de ocho millones de euros en la conservación de las vías que son de su competencia.
Con una plantilla de un centenar de trabajadores en cuatro centros que cubren cerca de 1000 km de la red autonómica, el Gobierno andaluz ha destinado más de un millón de euros a trabajos de refuerzo de firme en toda la provincia. Además, está prevista la inversión de otros cuatro millones en obras de seguridad vial con la construcción de dos enlaces y la reposición del aglomerado de la carretera entre Dalías y Berja -que comienzan este verano- y las de Cuevas del Almanzora - San Juan de Los Terreros, que se acometerán a partir de septiembre.
A la mejora de estas carreteras, hay que sumar las obras que la Junta de Andalucía ha impulsado en la presente legislatura y que son de una gran relevancia social y económica. Ese es el caso de los accesos al puerto de Garrucha, o de las que se están ejecutando en la Variante de Roquetas de Mar, cuya puesta en servicio es inminente. De la misma manera, se están desarrollando los trabajos para la duplicación de la calzada en el segundo tramo de la vía rápida entre Vera y Garrucha y este año también continuarán las obras de la autovía del Almanzora hasta conectar con la A -7.
Como ven, los datos y los hechos son incuestionables. Frente al desprecio del PP, que sigue sin llevar a cabo obras tan necesarias como las del tercer carril de la A-7 entre Viator y el Poniente almeriense, la mejora de los enlaces de esta autovía con Vícar o la de los accesos al Puerto, la Junta le está dando al Gobierno de Rajoy toda una lección de gestión, inversión y compromiso con Almería.
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