Las elecciones
del 20 de noviembre decidirán el modelo de sociedad en el que los españoles
queremos vivir durante los próximos cuatro años. La prestación universal y
gratuita de los servicios esenciales, la profundización en las libertades y
derechos individuales, son el sustento de la acción política que el PSOE ha enraizado en la vida diaria de todos y
cada uno de los ciudadanos.
Junto al de la
sanidad, el de la educación es el elemento diferenciador de lo que es una
sociedad, de cómo administra y distribuye sus recursos entre la población. Ya
estamos viendo lo que propone y aplica el PP allá donde puede: fin de la
gratuidad en los libros escolares, en el transporte de estudiantes, en el
comedor escolar o en las aulas matinales. Menos profesores y menos dinero para
una educación de calidad.
Los medios de
comunicación nos cuentan casi a diario lo que los ciudadanos y los
profesionales opinan de los recortes del PP en educación allí donde gobiernan.
El PP nos propone menos dinero para profesores, para becas o para
investigación. En definitiva, una educación más pobre y más alejada de los
países de nuestro entorno.
Andalucía
tiene un buen sistema educativo que mejora cada año porque nunca podemos
conformarnos con lo que tenemos. Somos un referente para otras Comunidades y
queremos seguir siéndolo en el futuro. Por eso el presupuesto de la Junta de
Andalucía para el próximo año no reducirá ni un euro en educación, porque los socialistas
somos responsables y tenemos muy claro dónde y dónde no hay que recortar
gastos. Seguiremos apostando por este modelo
educativo para que los niños andaluces estén preparados y puedan elegir
su futuro.
Este viernes
tuve ocasión de hablar con muchos padres y madres sobre la educación de sus
hijos y de lo que ellos esperan de la administración andaluza. Ante la puerta
de un colegio de la capital me decían que les resultaría muy difícil tener que
pagar por los libros de texto, perder las ayudas y becas, pagar por el comedor
escolar o por el transporte de sus hijos hasta el colegio.
Les expliqué
que para que eso no ocurra en Andalucía hay más de 900.000 alumnos que tienen
libros gratis, medio millón de niños se beneficia del Plan de Apertura de Centros,
que cuenta con 400.000 ordenadores portátiles para escolares de primaria y
secundaria o donde hay 91.500 plazas de transporte escolar gratis y más de
1.500 centros disponen de comedor escolar.
Son cifras de
la realidad de nuestro modelo andaluz de enseñanza universal, gratuita y de
calidad frente a los recortes y el apoyo a la privatización que promueve el
Partido Popular en las regiones donde gobierna. Los socialistas siempre hemos
defendido que la educación pública, gratuita y de calidad es la mejor política
económica y la única forma de garantizar la igualdad de oportunidades.
Por eso
resulta tan peligroso ese concepto de la austeridad que nos proponen el PP y el
señor Rajoy. No está basado en el sentido común de prescindir de lo
innecesario, como hacen las familias cuando sus recursos son limitados. Lo que
plantea la derecha es que el Estado se desentienda de sus responsabilidades
para echarlas a las espaldas de padres y docentes. Si aplicaran en Andalucía
los recortes que el PP hace en algunas partes de España, habría que echar a la
calle a 5.000 profesores, se reducirían drásticamente las horas de tutoría y se
mermaría gravemente la calidad de la enseñanza porque los profesores se
quedarían sin formación complementaria ni centros de estudios.
Ese es el plan
de la derecha y frente a ellos, el gobierno de Griñán aprueba un presupuesto
que incrementa los fondos para educación, dependencia e I+D+I, un presupuesto
con vocación de futuro, para proteger el Estado del Bienestar y reactivar la
economía.
La educación
no puede estar sometida a las leyes del mercado, no está pensada para dar
beneficios porque su beneficio es social y es futuro.
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