lunes, 30 de abril de 2012

NUESTROS JUBILADOS NO SE LO MERECEN



Rajoy se está quedando sólo en su cruzada reformista basada únicamente en la demolición del Estado de Bienestar y la reducción de derechos consolidados en nuestro país. Él asegura que no es un fiel seguidor de las recetas de la señora Merkel sino de toda una política comunitaria. Y eso no es verdad porque el PP está instalado en la trinchera del recorte, desde donde está desmontando todos los avances sociales conseguidos a base de esfuerzo y trabajo. No es austeridad, no. Es la pura y dura ideología de la derecha.

Muchos dirigentes europeos saben diferenciar entre lo que es la eficacia presupuestaria y lo que supone emprender medidas de reactivación económica y creación de empleo. Lo malo del señor Rajoy es que su política económica es unidireccional, para desgracia de nuestros conciudadanos.

Algunos recordamos que unas pocas semanas después de ganar las elecciones generales, el presidente electo anunciaba rebajas en todas las partidas de gastos y ponía como una única excepción las pensiones, que serían revalorizadas a fecha de 1 de enero siguiente. Y en efecto, las subió un 1% pero su medida ha quedado “retratada” en muy poco tiempo.

Ese punto de incremento ha quedado ampliamente superado por la subida de otros conceptos fiscales que se han aplicado a los pensionistas, al igual que a los trabajadores. Así que en términos absolutos, un pensionista español dispone de menos dinero en 2012 que el año pasado. Esto es así porque a todos, sin excepción, se les ha subido el Impuesto sobre el Rendimiento de las Personas Físicas, la luz, el gas y en la mayoría de los municipios de nuestra provincia la contribución urbana (IBI).

Con todo, la mayor agresión que sufrirán los pensionistas es la que tiene que ver con la sanidad. Aunque Rajoy y la Ministra Ana Mato lo han negado una y mil veces, en el Real Decreto aprobado por el Gobierno del PP se establece el copago sanitario. Y esto lo saben bien los pensionistas que hasta ahora nunca habían pagado los medicamentos en el sistema público de salud y a partir de ahora tendrán que pagarlos. Se instaura así una de las medidas más injustas que el Gobierno ha impuesto a uno de los colectivos más vulnerables. Por primera vez en España se aplicará un impuesto en toda regla por el que debes pagar por padecer una enfermedad. Rajoy, por lo tanto, impone pagar más, cuanto más pobre, más enfermo y más edad tenga el ciudadano.

Las políticas de solidaridad aplicadas por el PSOE demuestran que siempre hay alternativas para gestionar los recursos públicos y para obtener ingresos adicionales sin tocar el bolsillo de los pensionistas y de los trabajadores. Nuestros vecinos franceses están a punto de marcar un cambio de rumbo en esta dinámica tan negativa marcada en Alemania y que el PP aplica con tanto celo en España.

Me resulta desalentador comprobar cada día que la derecha es incapaz de entender que las economías no progresan gastando menos sino invirtiendo mejor. La Ley de Dependencia o la Ayuda a Domicilio, por ejemplo, crean bienestar social y empleo neto. El mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas, como el de los trabajadores, fomenta la reactivación del consumo y, tras él, del empleo también.

En Andalucía estamos a punto de asistir a la toma de posesión de un gobierno de izquierdas al que le va a tocar la dura tarea de luchar contra una administración central que pondrá todas las trabas posibles para que no se puedan aplicar criterios políticos de solidaridad. El respaldo y la fuerza de los andaluces van a garantizar que la marea azul no llegue a nuestra tierra con el mismo efecto devastador que ya está causando en el resto del país.

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