Desde el pasado 25 de marzo- fecha de las elecciones autonómicas en Andalucía- han pasado muchas cosas en este país y casi todas, para nuestra desgracia, malas. Estos cuarenta y tres días han estado plagados de pésimos anuncios y nefastas medidas para la gran mayoría de los ciudadanos, que han visto cómo se han diluido, igual que un azucarillo en una taza de café, todas y cada una de las conquistas sociales que creíamos intocables. Pero ya ven, al Gobierno de Rajoy no le ha temblado el pulso para meternos a empujones en un callejón sin salida de la crisis, dejando en el camino a los más vulnerables, a los que menos tienen.
La semana pasada, sin embargo, ha vuelto a renacer la esperanza para muchos de los que se han sentido desamparados por la equivocada estrategia del Partido Popular. En su discurso de investidura, Pepe Griñán se dirigía desde el Parlamento a todos los andaluces para darles motivos para la ilusión y el optimismo al poner en el centro de lo que será su nuevo gobierno el empleo y los derechos sociales.
Este es el camino seguro, el camino que vamos a recorrer todos los andaluces juntos, desde la izquierda, defendiendo una sociedad plural y tolerante en la que la igualdad de oportunidades sea el eje fundamental de todas las políticas autonómicas, a través de un Gobierno de coalición con la sociedad, con todos los andaluces. Un gobierno progresista, con un programa de gobierno comprometido con el presente de esta tierra y sobre todo con su futuro. Un gobierno realista, consciente de la situación difícil que atravesamos, y valiente para defender el bienestar y la seguridad de la ciudadanía frente a la dureza y la insolidaridad de los mercados.
Todos los ciudadanos van a ver las diferencias claras entre un gobierno de izquierdas serio, solvente y comprometido con Andalucía y el Gobierno de Rajoy, cargado de incumplimientos, improvisaciones y recortes. Así, el nuevo Ejecutivo autonómico trabajará por proteger el sistema social y los derechos ciudadanos, por impulsar la economía y el empleo de calidad, defender la autonomía andaluza y profundizar en la participación ciudadana, la ética y la transparencia. Estas medidas van a demostrar la capacidad de la izquierda para hacer las cosas de otra manera, para demostrar que es posible trabajar para salir de la crisis sin desmantelar el estado del bienestar y los logros alcanzados.
El acuerdo suscrito por el PSOE de Andalucía e IU es un “Acuerdo por Andalucía” que marca un camino seguro para que nuestra comunidad pueda salir de la crisis sin dejar atrás a nadie. Los ejes programáticos de esta alianza ponen el acento en la generación de empleo de calidad; la protección del sistema social y de los derechos sociales de los ciudadanos; el impulso a un nuevo sistema productivo y económicamente sostenible; la defensa de la autonomía andaluza; la profundización en la democracia, la participación ciudadana y la austeridad y la ética en la actividad pública.
Desde el primer minuto, el Gobierno andaluz ya ha puesto sobre la mesa un compromiso claro y contundente para la creación de empleo que pasa por poner en marcha de manera urgente un plan de choque, destinado especialmente para jóvenes y parados de larga duración, dotado con 200 millones de euros para la realización de obras a través de un plan de empleo en materia forestal, otro para la rehabilitación de viviendas y un tercero que ampliará el plan OLA para obras en colegios públicos.
Ésta es nuestra agenda de gobierno, pública y notoria, sin dobleces ni letra pequeña. El Gobierno de Andalucía será un gobierno progresista, realista, que de seguridad a la ciudadanía, comprometido con la educación, la sanidad y con los valores históricos de esta tierra. Un gobierno alegre, que no de un día sí y otro también malas noticias, que no trate de imponer el pensamiento único. Un buen gobierno, sin duda.
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