lunes, 21 de mayo de 2012

Los primos del riesgo


La prima de riesgo española está alcanzando máximos históricos en los últimos días. Lo nunca visto. Nunca antes había estado tan alta y nunca antes un Ejecutivo, cualquier gobierno, estuvo tan callado a la espera de no se sabe qué. Porque realmente, con ser grave lo de la famosa prima, lo es más que Rajoy de la sensación de estar ausente, por sus no-hechos o por sus no-declaraciones, ¿Qué tiene que pasar para que este hombre nos dé a los españoles alguna explicación de lo que pasa o de lo que hace o está haciendo?

Sin poder mirar por el retrovisor, sin poder señalar a nadie, las cosas, mire usted, ya no se ven lo mismo. El toro está en la Arena y Rajoy se esconde en el burladero.

Con la prima de riesgo muy por debajo de lo que está ahora, Rajoy decía hasta hace unos pocos meses que la culpa de que subiera era del gobierno de Zapatero, porque inspiraba "desconfianza dentro y fuera". Y que si él era Presidente, la confianza que inspiraría, haría “romper” esa tendencia y la prima de riesgo bajaría. Lo dijo muchas veces, tantas como las que ahora nos devuelve su imagen en el espejo.

La hemeroteca, para el PP, está siendo tan demoledora como sus medidas, arrojando constantemente, frases, entrevistas, vídeos, que confirman que el Gobierno de Rajoy está haciendo justamente lo contrario de lo que dijo que haría. Creo que nunca se había visto nada igual, al menos en este país. Lean y vean: “Un gobierno nuevo daría confianza, dentro y fuera porque el problema es que la prima de riesgo en nuestro país se llama Zapatero” (Soraya Sáenz de Santamaría).

En fin, creo que esto no admite más comentarios, puesto que los protagonistas han quedado retratados perfectamente. ¿Y saben, además, lo que creo? que están abatidos, que no entienden que el “cuento” que repitieron una y otra vez, no se haya cumplido. O lo que es lo mismo, que la rana –los mercados – a pesar de los “besitos” de los dirigentes populares, siga siendo rana o que después de haber hecho tanto el primo, la rana les de calabazas, un día sí y otro también.

Los socialistas podríamos ahora darle a Rajoy y al PP de su propia “medicina” pero en lugar de eso, lo que hacemos es tender nuestra mano a Rajoy para alcanzar acuerdos que ayuden a superar la difícil situación por la que está atravesando España. El también nos da calabazas.

Son tan primos del riesgo los dirigentes del partido popular, que asumen el trance de tener a un dirigente como Arenas que se ha descolgado en estos días diciendo que tiene 80 medidas para crear empleo. Es de juzgado de guardia que no se las dé a Rajoy, a Cospedal, o cualquiera de los suyos, para que sintamos envidia en Andalucía, ante tanto talento.

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