domingo, 17 de febrero de 2013

Sí se puede


La presión social que están realizando los ciudadanos sobre el Gobierno de Rajoy - injusto, inhumano, embustero y desleal con la realidad que vive el país - ha comenzado a dar sus frutos en los últimos días en forma de rectificación, a cuál más llamativa. Rajoy, abrumado por las informaciones que sacan a la luz las vergüenzas de su partido, no ha tenido más remedio que reaccionar ante el clamor de la calle y tomar algunas decisiones, que no estaba dispuesto a afrontar, pero que por la presión de los ciudadanos no ha tendió más remedio que llevar a cabo.


El Partido Popular cambió de opinión el pasado martes ante la que se le venía encima y aceptó a regañadientes que la Iniciativa Legislativa Popular, respaldada por más de 1.400.000 firmas, sobre la dación en pago y la paralización de los desahucios, se pueda tramitar y debatir en el domicilio social de la democracia: el Congreso de los diputados. Los populares que habían anunciado esa misma mañana que votarían en contra, rozaron el ridículo al intentar justificar lo injustificable, máxime cuando por la tarde tuvieron que anunciar que cambiaban el sentido de su voto.

Ese mismo día el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, anunciaba que modificará la ley de tasas judiciales, sin que hayan transcurrido ni dos meses desde que entró en vigor, tras el rechazo social que ha suscitado. Gallardón daba marcha atrás ante la amenaza que suponía que el Constitucional tumbara la Ley y que nadie en este país estuviera de acuerdo con su decisión, incluidos abogados, jueces y fiscales.

La última de las rectificaciones del PP ha tenido más que ver con sus líos internos, enredos les llama Rajoy. Con todo lo que se está conociendo acerca de la financiación de su partido y los regalos de la trama Gürtel. Jesús Sepúlveda, ex marido de la todavía ministra de Sanidad, Ana Mato, ha estado trabajando para el Partido Popular hasta esta misma semana a pesar de estar imputado por cuatro presuntos delitos y aparecer en un informe policial que aporta nuevos datos de gastos de viajes y regalos pagados supuestamente por la red a él mismo y a Ana Mato. El PP, que unos días antes dijo que no podía despedirlo, porque era funcionario del partido, anunció el pasado lunes que Sepúlveda dejó de prestar servicios en el partido y añadió que “rectificar es de sabios”. De la rectificación sobre que Ana Mato siga siendo ministra a estas alturas aún no sabemos nada. Bueno, aún no ha terminado la semana, confiemos en que Rajoy también en este caso escuche lo que piensan todos los ciudadanos, que cada vez son más conscientes de que con la presión popular sí se puede.

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