domingo, 10 de febrero de 2013

Un PP a baja velocidad


Almería se está jugando su futuro, al igual que el resto de Andalucía, con la puesta en marcha más pronto o más tarde en el tiempo del Corredor Mediterráneo. La llegada del AVE a Almería, que se traduce en conexiones con Murcia y Granada que permitirá a los ciudadanos recorrer en tiempos razonables la distancia que nos separa de Madrid y de otros puntos de la geografía española es aún más necesaria cuando hablamos del desarrollo del tejido económico y productivo de la provincia.


Si queremos ser competitivos en el mercado global resulta clave que estemos unidos por ferrocarril con Europa a través del Corredor Mediterráneo, cuyo trazado va desde Algeciras hasta Francia. Y para que eso sea una realidad, lejos de la que ya suponen las obras finalizadas por la acción del anterior Gobierno socialista en España, necesitamos también que el PP abandone su estado de baja velocidad –que para esto también parece que promueve el estado ‘slow’ reivindicado por el alcalde de la capital- y realice un compromiso serio con los intereses provinciales y autonómicos.

Desde el PP evidencian el trato discriminatorio a Andalucía cuando, directamente, la han dejado fuera de las inversiones previstas de 1.400 millones de euros para mejorar esta línea ferrovaria en su recorrido, ya existente, entre Murcia y Francia. Claudicando a los intereses de los grupos de presión valencianos y catalanes y a los suyos propios, centrados en beneficiar a las comunidades en las que gobiernan, Rajoy y el PP priorizan esa actuación mientras que la alta velocidad a su paso por Almería la han dejado completamente estancada. Los últimos Presupuestos Generales del Gobierno popular han recogido 100 millones de euros para pagar obra ya adjudicada por el PSOE en la provincia pero no reservan ni un céntimo para avanzar en los siguientes tramos previstos, obviando que el dinero necesario para concluir en su conjunto el Corredor –unos 8.200 millones- se rentabilizaría en sólo 13 años.

Los estudios realizados al respecto aseguran que la rentabilidad socieconómica del Corredor Mediterráneo sería de 677 millones anuales, lo que pueda dar una idea del revulsivo para la economía local almeriense y la generación de puestos de trabajo que supondría, teniendo un papel especial el Puerto de la capital almeriense. No se entiende la programación del AVE a Almería sin una obligada conexión a las instalaciones portuarias que, de lo contrario, no podrán fortalecerse como toca frente a la dura competencia de otros puertos cercanos ubicados en el norte de África. El Corredor es, de esta manera, la gran oportunidad de conectar las autopistas de tráfico marítimo de mercancías provenientes de diferentes puntos del planeta que no podemos dejar escapar.

No podemos perder el tren y tenemos que decirlo alto y claro a los líderes del Partido Popular que gobiernan este país y a sus representantes en Almería, encabezados por Gabriel Amat. A él, precisamente, le pido desde aquí que desempolve los manifiestos que su partido promovió en campaña electoral, aquellos acuerdos que han enterrado con la patronal ferroviaria y los agentes sociales y que los vuelva a leer. Una vez que refresque su memoria, quizás estará en mejores condiciones de exigir a sus jefes en Madrid inversiones y plazos concretos para la finalización de esta infraestructura a su paso por Almería más allá de los vagos compromisos ofrecidos de ver si en un par de meses puede poner otro parche en el tema para que los ánimos no se alteren mucho.

Frente a la postura de engañar a la opinión pública con mensajes de esperanza, que ya se han demostrado mentira en tantos otros asuntos, los socialistas estamos trabajando desde todos los frentes posibles para que los proyectos, iniciativas, decisiones y presupuestos que abran en lo posible el horizonte encapotado de 2013 para este tema sean los máximos. Sabemos que la crisis ha supuesto un frenazo inversor que, además, el PP no puede justificar a costa de respaldar las políticas sociales en este momento, pero el desplome de la obra pública no puede lastrar el avance en un nuevo modelo económico sostenible que los andaluces estamos levantando para que los errores pasados no vuelvan a producirse. De lo contrario, el PP demostrará que el único criterio que maneja cuando gobierna para los andaluces es que nunca les sea posible salir de esta crisis.

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