El nuevo presidente andaluz se ha estrenado en el cargo con un anuncio, el de la eliminación del impuesto de sucesiones a los herederos directos que reciban más de un millón de euros. La realidad de semejante anuncio es que esta medida sobre las herencias no tiene ninguna repercusión para la inmensa mayoría de los herederos en Andalucía ni para la inmensa mayoría de los andaluces y andaluzas. Es más, les perjudica.
En primer lugar, conviene tener claro que la medida, en los términos en que ha sido anunciada, aún no existe; a día de hoy es un simple anuncio, que beneficiaría el día que entre en vigor a unas 25 personas de cada 100.000, perjudicando al resto.
¿Es esta la rebaja masiva de impuestos que anunciaban en sus carteles electorales? Posiblemente les digan que sí. Pero quizás lo que no les digan es que esa rebaja masiva era sólo para los herederos directos que reciban más de un millón de euros.
Tampoco les dirán que lo que se ahorren los que hereden más de un millón de euros lo tendrán que sufrir el resto de los andaluces y andaluzas. Dicho en términos fiscales, los impuestos que no paguen las personas que más capacidad económica tienen en nuestra sociedad deberán soportarlos o pagarlos el resto de andaluces o andaluzas, con menos capacidad económica.
¿Por qué afecta este anuncio negativamente a la inmensa mayoría de andaluces y andaluzas? Sencillamente porque los menores ingresos que tendrá la hacienda andaluza los piensan compensar primero, y hasta las elecciones municipales, diciendo que van a vender el patrimonio de todos los andaluces y andaluzas. Pero claro, cuando terminen con las ventas o éstas no den los ingresos que esperan para compensar lo que perdonan a quienes heredan más de un millón de euros, recortarán —siempre después de las elecciones municipales— el dinero que se invierte en el funcionamiento de los servicios públicos que recibimos todos.
Esta medida anunciada puede dar lugar incluso a la paradoja de que con lo que se van ahorrar los herederos directos que heredan más de un millón de euros puedan comprar los bienes de todos los andaluces y andaluzas. El tiempo nos ilustrará sobre las consecuencias de esta medida, sobre quién ha salido ganando y sobre quiénes han salido perdiendo.
Lo que tenemos claro a día de hoy es que hasta después de las elecciones municipales del próximo 26 de mayo, los partidos que han dado a luz al Gobierno de Andalucía, PP, Ciudadanos y Vox, van a procurar no pisar muchos callos a los andaluces y andaluzas, no sea que ocurra como cuando Rajoy llegó a La Moncloa. En aquel momento comenzó a hacer lo que tenía en la cabeza y los andaluces en las elecciones de 2012 pararon a la derecha.
Estoy seguro de que estos gobernantes han aprendido de aquello y en estos meses —hasta las elecciones de mayo— no van a hacer lo que realmente tienen en la cabeza y que el presidente del Gobierno de Andalucía ya dejó claro entre líneas en su discurso de investidura: aplicar las recetas que Rajoy aplicó en España durante sus gobiernos.
Centrándonos en el impuesto de sucesiones, creo que lo coherente por parte de los partidos del actual gobierno de Andalucía hubiese sido anunciar la eliminación del impuesto para todos los que hereden y a la vez dar indicaciones a sus alcaldes para eliminar otro impuesto que se paga cuando se hereda, como es la Plusvalía. Pero no lo han hecho.
Han pretendido salir de sus mentiras con una ridícula propuesta que beneficia a unos poquitos ricos en Andalucía y perjudica a millones de andaluces. Lo dicho: guante de seda para unos pocos y puño de hierro para el resto, con enormes dosis de populismo, cinismo político y absoluta falta de coherencia.
En primer lugar, conviene tener claro que la medida, en los términos en que ha sido anunciada, aún no existe; a día de hoy es un simple anuncio, que beneficiaría el día que entre en vigor a unas 25 personas de cada 100.000, perjudicando al resto.
¿Es esta la rebaja masiva de impuestos que anunciaban en sus carteles electorales? Posiblemente les digan que sí. Pero quizás lo que no les digan es que esa rebaja masiva era sólo para los herederos directos que reciban más de un millón de euros.
Tampoco les dirán que lo que se ahorren los que hereden más de un millón de euros lo tendrán que sufrir el resto de los andaluces y andaluzas. Dicho en términos fiscales, los impuestos que no paguen las personas que más capacidad económica tienen en nuestra sociedad deberán soportarlos o pagarlos el resto de andaluces o andaluzas, con menos capacidad económica.
¿Por qué afecta este anuncio negativamente a la inmensa mayoría de andaluces y andaluzas? Sencillamente porque los menores ingresos que tendrá la hacienda andaluza los piensan compensar primero, y hasta las elecciones municipales, diciendo que van a vender el patrimonio de todos los andaluces y andaluzas. Pero claro, cuando terminen con las ventas o éstas no den los ingresos que esperan para compensar lo que perdonan a quienes heredan más de un millón de euros, recortarán —siempre después de las elecciones municipales— el dinero que se invierte en el funcionamiento de los servicios públicos que recibimos todos.
Esta medida anunciada puede dar lugar incluso a la paradoja de que con lo que se van ahorrar los herederos directos que heredan más de un millón de euros puedan comprar los bienes de todos los andaluces y andaluzas. El tiempo nos ilustrará sobre las consecuencias de esta medida, sobre quién ha salido ganando y sobre quiénes han salido perdiendo.
Lo que tenemos claro a día de hoy es que hasta después de las elecciones municipales del próximo 26 de mayo, los partidos que han dado a luz al Gobierno de Andalucía, PP, Ciudadanos y Vox, van a procurar no pisar muchos callos a los andaluces y andaluzas, no sea que ocurra como cuando Rajoy llegó a La Moncloa. En aquel momento comenzó a hacer lo que tenía en la cabeza y los andaluces en las elecciones de 2012 pararon a la derecha.
Estoy seguro de que estos gobernantes han aprendido de aquello y en estos meses —hasta las elecciones de mayo— no van a hacer lo que realmente tienen en la cabeza y que el presidente del Gobierno de Andalucía ya dejó claro entre líneas en su discurso de investidura: aplicar las recetas que Rajoy aplicó en España durante sus gobiernos.
Centrándonos en el impuesto de sucesiones, creo que lo coherente por parte de los partidos del actual gobierno de Andalucía hubiese sido anunciar la eliminación del impuesto para todos los que hereden y a la vez dar indicaciones a sus alcaldes para eliminar otro impuesto que se paga cuando se hereda, como es la Plusvalía. Pero no lo han hecho.
Han pretendido salir de sus mentiras con una ridícula propuesta que beneficia a unos poquitos ricos en Andalucía y perjudica a millones de andaluces. Lo dicho: guante de seda para unos pocos y puño de hierro para el resto, con enormes dosis de populismo, cinismo político y absoluta falta de coherencia.
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