El Partido Popular sigue en clave de oposición, aunque esté en el Gobierno de España. Prefiere jugar a la contra aunque carece de gente capaz de definir allí donde es necesario. Andalucía sigue siendo el territorio a conquistar y a eso se dedican cada día del año. Las encuestas sociológicas más recientes revelan una triste realidad: los españoles sentimos que estamos peor que el año pasado.
Aparte de los vaivenes bursátiles, de la montaña rusa en la que se ha convertido la prima de riesgo y de si hay que salvar a los bancos españoles o al país, lo que importa a los ciudadanos es que se cree empleo de verdad y de calidad y el Gobierno no está cumpliendo con su obligación de crear las condiciones necesarias para que el empleo se recupere realmente.
Las Políticas Activas de Empleo buscan atender las necesidades especiales para el empleo de los colectivos más vulnerables, jóvenes, mayores de 45 años, parados de larga duración, desempleados de la construcción o personas en riesgo de exclusión social. Sobre estos sectores hay que actuar desde la lealtad institucional y la coordinación porque todos somos servidores públicos.
El PSOE ha propuesto una medida necesaria en las actuales circunstancias: que durante seis meses más se mantengan los 426 euros de ayuda a los parados de larga duración que ya han terminado de percibir el desempleo. No es una solución sino un apoyo coyuntural que ahora mismo es imprescindible hasta que haya verdaderas políticas activas de empleo.
En Andalucía, mal que le pese al PP, las políticas de empleo marcan un claro diferencial con lo que están haciendo otras comunidades autónomas del PP. Esto se refleja claramente en los datos del mes de mayo porque en un contexto de descenso del desempleo, Andalucía aprovecha esta tendencia con mayor intensidad. Somos la segunda Comunidad en la que más bajó el paro en el mes de mayo en términos absolutos. De hecho, Andalucía absorbió el 19,4% del descenso nacional.
Lo más lamentable de la desastrosa política del PP en materia de empleo queda de manifiesto si tenemos en cuenta que, desde que comenzó el año, acumulamos miles de nuevos desempleados. Sólo en los cinco primeros meses de este año, el paro ha subido más que en todo el año 2011. Desde el PSOE hemos denunciado la enorme reducción de la inversión del Gobierno del Partido Popular en programas para el fomento del empleo. Más de un 57%, es decir, en 1.742 millones de euros menos. Este recorte impedirá ayudar a los desempleados encontrar trabajo. De esta forma, se da la espalda y se olvida a los parados; se les niega que puedan recibir una adecuada orientación y recualificación profesional para incorporarse al mundo laboral.
No deja de sorprenderme el cinismo de los representantes del PP, como es el caso del secretario general del PP de Andalucía, Antonio Sanz. Mientras él defiende los recortes que acabo de decir, reclama que el Gobierno andaluz ponga en marcha políticas activas de empleo, complementarias a las desarrolladas por el Gobierno central. Y emplea el término “desarrolladas” en vez de “reducidas”, como es el caso. Debería aplicar a su partido aquello que atribuyen al Gobierno andaluz: inmovilismo y la ausencia de reformas. En algo sí coincido con este portavoz del PP: no será posible salir de la crisis económica sin esas reformas, sin ese dinero para ayudar a formarse y volver al mundo laboral, reformando la formación profesional y diseñando nuevos modelos de incentivos a la contratación.
Creo que es conveniente, llegados a este punto, que el lector sepa que en la provincia de Almería, en los últimos cuatro años, se ha ofrecido Formación Profesional para el empleo a más de 24.000 almerienses, con más de 71,5 millones de inversión. Se han desarrollado 210 proyectos de Escuelas Taller y Casa de Oficios de las que se han beneficiado 3.100 personas con una inversión de casi 64 millones de euros; se han prestado servicios a través de 30 centros de ‘Andalucía Orienta’ a más de 50.000 personas con 11,7 millones de euros invertidos. Hemos impulsado 3.645 empresas y se han proporcionado 132 alojamientos empresariales.
El PSOE hace todo lo contrario a lo que fue la acción del PP en la oposición. Para ellos, era bueno para sus intereses electorales que las cosas se pusieran de la peor manera posible. Aquello que decía el ahora ministro Montoro de que “sí caía España mejor, porque ya la levantaría el PP”, es ahora una autentica losa sobre el Gobierno.
Aparte de los vaivenes bursátiles, de la montaña rusa en la que se ha convertido la prima de riesgo y de si hay que salvar a los bancos españoles o al país, lo que importa a los ciudadanos es que se cree empleo de verdad y de calidad y el Gobierno no está cumpliendo con su obligación de crear las condiciones necesarias para que el empleo se recupere realmente.
Las Políticas Activas de Empleo buscan atender las necesidades especiales para el empleo de los colectivos más vulnerables, jóvenes, mayores de 45 años, parados de larga duración, desempleados de la construcción o personas en riesgo de exclusión social. Sobre estos sectores hay que actuar desde la lealtad institucional y la coordinación porque todos somos servidores públicos.
El PSOE ha propuesto una medida necesaria en las actuales circunstancias: que durante seis meses más se mantengan los 426 euros de ayuda a los parados de larga duración que ya han terminado de percibir el desempleo. No es una solución sino un apoyo coyuntural que ahora mismo es imprescindible hasta que haya verdaderas políticas activas de empleo.
En Andalucía, mal que le pese al PP, las políticas de empleo marcan un claro diferencial con lo que están haciendo otras comunidades autónomas del PP. Esto se refleja claramente en los datos del mes de mayo porque en un contexto de descenso del desempleo, Andalucía aprovecha esta tendencia con mayor intensidad. Somos la segunda Comunidad en la que más bajó el paro en el mes de mayo en términos absolutos. De hecho, Andalucía absorbió el 19,4% del descenso nacional.
Lo más lamentable de la desastrosa política del PP en materia de empleo queda de manifiesto si tenemos en cuenta que, desde que comenzó el año, acumulamos miles de nuevos desempleados. Sólo en los cinco primeros meses de este año, el paro ha subido más que en todo el año 2011. Desde el PSOE hemos denunciado la enorme reducción de la inversión del Gobierno del Partido Popular en programas para el fomento del empleo. Más de un 57%, es decir, en 1.742 millones de euros menos. Este recorte impedirá ayudar a los desempleados encontrar trabajo. De esta forma, se da la espalda y se olvida a los parados; se les niega que puedan recibir una adecuada orientación y recualificación profesional para incorporarse al mundo laboral.
No deja de sorprenderme el cinismo de los representantes del PP, como es el caso del secretario general del PP de Andalucía, Antonio Sanz. Mientras él defiende los recortes que acabo de decir, reclama que el Gobierno andaluz ponga en marcha políticas activas de empleo, complementarias a las desarrolladas por el Gobierno central. Y emplea el término “desarrolladas” en vez de “reducidas”, como es el caso. Debería aplicar a su partido aquello que atribuyen al Gobierno andaluz: inmovilismo y la ausencia de reformas. En algo sí coincido con este portavoz del PP: no será posible salir de la crisis económica sin esas reformas, sin ese dinero para ayudar a formarse y volver al mundo laboral, reformando la formación profesional y diseñando nuevos modelos de incentivos a la contratación.
Creo que es conveniente, llegados a este punto, que el lector sepa que en la provincia de Almería, en los últimos cuatro años, se ha ofrecido Formación Profesional para el empleo a más de 24.000 almerienses, con más de 71,5 millones de inversión. Se han desarrollado 210 proyectos de Escuelas Taller y Casa de Oficios de las que se han beneficiado 3.100 personas con una inversión de casi 64 millones de euros; se han prestado servicios a través de 30 centros de ‘Andalucía Orienta’ a más de 50.000 personas con 11,7 millones de euros invertidos. Hemos impulsado 3.645 empresas y se han proporcionado 132 alojamientos empresariales.
El PSOE hace todo lo contrario a lo que fue la acción del PP en la oposición. Para ellos, era bueno para sus intereses electorales que las cosas se pusieran de la peor manera posible. Aquello que decía el ahora ministro Montoro de que “sí caía España mejor, porque ya la levantaría el PP”, es ahora una autentica losa sobre el Gobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario