El 19 de octubre de 2011 se escribirá como una fecha clave en la historia de la provincia Almería, pero también quedará marcado en la biografía personal de todos los que hemos luchado para que Almería tenga su sitio en Europa.
Como almeriense, no puedo sino celebrar lo que ocurrió el pasado miércoles. La inclusión del Corredor Mediterráneo en la Red Transeuropea de Transportes era la mejor noticia posible. Como almeriense, lo ocurrido es un motivo de enorme alegría pero, además, como socialista, no puedo sino sentirme orgulloso. El Gobierno de España, con el ministro de Fomento al frente, ha trabajado mucho para que esto sucediera. Y el esfuerzo, al final, ha dado sus frutos.
Bien es cierto que nos podíamos haber ahorrado el espectáculo de las últimas semanas, con un Partido Popular empeñado en decir que el Corredor estaba en el aire; que si se hacía, quizá no pasara por Almería; que el Gobierno prefería el Corredor Central; y que la Unión Europea no iba a dar un duro por este proyecto.
Al final se ha demostrado que el Corredor se hará, porque ya está en obras; que pasará por Almería y nos conectará por alta velocidad no sólo con el Levante español, sino con Granada y Sevilla; que los distintos corredores que atraviesan España no son excluyentes, sino compatibles; y que el Gobierno ha trabajado tanto en la defensa del Corredor Mediterráneo que la Comisión Europea ahora sí lo ha incluido como proyecto prioritario… ahora sí, pero no lo hizo la vez anterior, en 2003, porque el Gobierno de Aznar ni siquiera lo pidió.
El Partido Popular se ha quedado sin argumentos. Ahora que todas las cartas están boca arriba, intentarán ponerle ‘pegas’ nuevas al Corredor. Quizá se quejen de que la línea de tren no atraviesa la costa de Granada, pero estoy convencido de que si hubiera pasado por la costa de Granada, se habrían quejado de que no nos conectaba con el Eje Granada-Sevilla.
Con toda sinceridad, creo que para la provincia de Almería, el trazado que se ha elegido es simplemente el mejor. No sólo se impulsa la conexión de AVE de nuestra provincia con Murcia y el Levante, sino también con Granada y Sevilla. El puerto de Almería tendrá conexión directa con el ferrocarril y Almería será el punto más próximo para dar salida, por tren, a nuestras hortalizas y a los productos de la industria de la piedra.
A la vuelta de unos años, Almería sufrirá un cambio radical. Tendremos la posibilidad de exportar nuestros productos con un medio de transporte más limpio, más rápido y más competitivo. También se abrirá la posibilidad de que los turistas lleguen a Almería con una rapidez y una comodidad que sólo ofrece el tren de alta velocidad.
Las dudas sobre nuestro futuro se han disipado. Ahora toca ponerse de nuevo a trabajar y a buscar nuevas oportunidades para nuestra provincia, aunque por unos minutos permitámonos disfrutar de lo conseguido.
Como almeriense, no puedo sino celebrar lo que ocurrió el pasado miércoles. La inclusión del Corredor Mediterráneo en la Red Transeuropea de Transportes era la mejor noticia posible. Como almeriense, lo ocurrido es un motivo de enorme alegría pero, además, como socialista, no puedo sino sentirme orgulloso. El Gobierno de España, con el ministro de Fomento al frente, ha trabajado mucho para que esto sucediera. Y el esfuerzo, al final, ha dado sus frutos.
Bien es cierto que nos podíamos haber ahorrado el espectáculo de las últimas semanas, con un Partido Popular empeñado en decir que el Corredor estaba en el aire; que si se hacía, quizá no pasara por Almería; que el Gobierno prefería el Corredor Central; y que la Unión Europea no iba a dar un duro por este proyecto.
Al final se ha demostrado que el Corredor se hará, porque ya está en obras; que pasará por Almería y nos conectará por alta velocidad no sólo con el Levante español, sino con Granada y Sevilla; que los distintos corredores que atraviesan España no son excluyentes, sino compatibles; y que el Gobierno ha trabajado tanto en la defensa del Corredor Mediterráneo que la Comisión Europea ahora sí lo ha incluido como proyecto prioritario… ahora sí, pero no lo hizo la vez anterior, en 2003, porque el Gobierno de Aznar ni siquiera lo pidió.
El Partido Popular se ha quedado sin argumentos. Ahora que todas las cartas están boca arriba, intentarán ponerle ‘pegas’ nuevas al Corredor. Quizá se quejen de que la línea de tren no atraviesa la costa de Granada, pero estoy convencido de que si hubiera pasado por la costa de Granada, se habrían quejado de que no nos conectaba con el Eje Granada-Sevilla.
Con toda sinceridad, creo que para la provincia de Almería, el trazado que se ha elegido es simplemente el mejor. No sólo se impulsa la conexión de AVE de nuestra provincia con Murcia y el Levante, sino también con Granada y Sevilla. El puerto de Almería tendrá conexión directa con el ferrocarril y Almería será el punto más próximo para dar salida, por tren, a nuestras hortalizas y a los productos de la industria de la piedra.
A la vuelta de unos años, Almería sufrirá un cambio radical. Tendremos la posibilidad de exportar nuestros productos con un medio de transporte más limpio, más rápido y más competitivo. También se abrirá la posibilidad de que los turistas lleguen a Almería con una rapidez y una comodidad que sólo ofrece el tren de alta velocidad.
Las dudas sobre nuestro futuro se han disipado. Ahora toca ponerse de nuevo a trabajar y a buscar nuevas oportunidades para nuestra provincia, aunque por unos minutos permitámonos disfrutar de lo conseguido.
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