lunes, 30 de julio de 2012

Las mamandurrias del PP


La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, volvió esta semana a cargar el peso de los recortes y de las reformas sobre los ciudadanos de a pié, sobre todo el que tiene una nómina o está en el paro apelando a la situación que atraviesa España. Aguirre, decía que si no queremos convertirnos en Argentina, con corralito, hay que tomar las medidas que sean necesarias para poder equilibrar nuestras cuentas. Hasta ahí, la presidenta madrileña mantenía el guión del discurso del Partido Popular: meter el miedo en el cuerpo a los ciudadanos y negar que pueda existir otra forma de hacer las cosas de como las está haciendo Rajoy. Sin embargo, Esperanza Aguirre destapó a continuación su singular y ultraconservador ideario ideológico para sentenciar que “se tienen que terminar los subsidios, las subvenciones y las mamandurrias en general”.

Cuando Esperanza Aguirre subraya que se tienen que terminar los subsidios está dándole la razón a la diputada del PP por Castellón, Andrea Fabra, cuando ante el anuncio de Rajoy de la rebaja de la prestación a los desempleados lanzó la expresión “que se jodan”. Quizás eso es lo que también quiso decir Aguirre pero empleó un eufemismo, el de las mamandurrias, para no decir de forma clara lo que tenía en la cabeza. Por eso y no por otra cosa la diputada por Castellón sólo ha sido amonestada; porque en el PP, en el fondo, se comparte la opinión de que los desempleados no encuentran trabajo porque no quieren, porque se vive mejor de la subvención y el subsidio. Porque, como es natural, uno se puede pegar la vida padre con 400 euros y que este “sueldazo” te dé para pagar la hipoteca, las facturas del gas, la electricidad o el teléfono y todo eso sin quitarse del “mal hábito” de comer todos los días.

Los recortes que el Gobierno de Rajoy ha asestado a las prestaciones por desempleo son tan brutales e injustos que lo único que van a ocasionar es más miseria, pobreza y dolor a las personas que ahora mismo tienen una prestación o subsidio y, especialmente, a las que se les saca a empujones del Sistema, a las que se quedan sin ningún tipo de ingresos y que son miles en la provincia de Almería. A estas personas les habrá tenido que hacer tanta gracia Andrea Fabra con su “que se jodan” como Esperanza Aguirre con sus “mamandurrias”.

El descrédito y el daño que provocan en la clase política este tipo de actitudes que emplean los dirigentes populares son inmensos. Los ciudadanos están necesitados de un Gobierno y de unos gobernantes que estén a la altura de las circunstancias, que se empleen a fondo en buscar soluciones a sus problemas en lugar de agrandarlos. El PP, sin embargo, ha conseguido todo lo contrario: hacerle la vida imposible a los más necesitados, a pensionistas y desempleados.

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